Fecha: 05/05/2025

Brasil ocupa una posición de liderazgo en el mercado mundial de alimentos para mascotas. Según datos de Abinpet, el país cerró 2023 con una facturación de 68,7 mil millones de reales en el sector, siendo el segmento de alimentos para mascotas más de la mitad de esta cifra. Este escenario refuerza la importancia de las innovaciones técnicas que respondan a las exigencias de rendimiento, calidad y fiabilidad en la formulación de alimentos para perros y gatos.

En este contexto, la aceptación del alimento se ha convertido en uno de los principales criterios de evaluación de los productos. La experiencia sensorial inmediata, especialmente relacionada con el sabor y la palatabilidad, es decisiva para el consumo espontáneo e influye directamente en la ingesta continuada. Además, factores como la estabilidad oxidativa y el comportamiento técnico a lo largo de la vida útil han pasado a formar parte de los parámetros de validación de las formulaciones.

En este artículo, abordamos los factores que influyen directamente en la aceptación de los alimentos en los perros y cómo se conectan con el desarrollo de soluciones que ofrezcan un rendimiento sensorial desde el primer contacto. Entre los aspectos más destacados se encuentra B.FreshFy, el ingrediente líquido premium de BRF Ingredients, validado en diferentes contextos de aplicación.

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Parámetros técnicos que definen la calidad en los alimentos para mascotas

La calidad de los alimentos para perros y gatos está directamente asociada al cumplimiento de los criterios nutricionales definidos por la legislación específica, que exige una composición equilibrada en términos de valor energético, proteínas, extracto etéreo, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. Estos parámetros garantizan el correcto mantenimiento de las funciones fisiológicas de los animales y la seguridad nutricional a lo largo del consumo continuado (BRASIL, 2003). Estos aspectos deben ser evaluados de forma integrada, desde el origen de los ingredientes hasta el producto final, garantizando que cada etapa del proceso cumpla con normas técnicas coherentes y en consonancia con la legislación vigente.

De acuerdo con Souza (2013), este control debe abarcar diferentes segmentos de la cadena de producción, desde las prácticas agrícolas para la obtención de materias primas hasta el almacenamiento en el punto de venta.

En la práctica, esto requiere protocolos de control bien definidos. El seguimiento riguroso de las materias primas es uno de los factores de calidad, ya que el origen de los ingredientes, su composición química y su historial de transformación afectan directamente a la digestibilidad, el valor nutritivo y la seguridad del producto final.

La trazabilidad de la cadena de producción se convierte así en un elemento central para la estabilidad técnica, ya que reducir la variabilidad de la composición y anticiparse a las desviaciones permite realizar ajustes precisos y aumentar la fiabilidad de las formulaciones, especialmente en las categorías de alimentos destinados a perros con necesidades específicas.

En Brasil, la supervisión e inspección de los productos destinados a la alimentación animal está regulada por el Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento (MAPA), según lo establecido en el Decreto 6.296 del 11 de diciembre de 2007.

La calidad también está directamente relacionada con la conservación del alimento durante su vida útil. El envase desempeña un papel técnico importante, ya que debe actuar como barrera contra los agentes externos que comprometen la integridad del producto, como la humedad, la luz, el oxígeno y los olores. Este control es indispensable para preservar los atributos sensoriales y físico-químicos de la formulación hasta su consumo (RADTKE, 2010).

Sabor y palatabilidad como criterios de aceptación en los alimentos para perros

Tras este esquema industrial, el éxito de la formulación de un alimento para mascotas comienza con la respuesta sensorial inmediata del animal. Entre los principales factores que determinan esta aceptación se encuentran el aroma y la palatabilidad, que actúan como desencadenantes del comportamiento y tienen un impacto directo en el consumo espontáneo. El gusto, junto con el olfato, actúan decisivamente en este proceso y son determinantes en la elección del alimento (BARBIERI, 2013).

Además de la composición nutricional, el perfil del alimento necesita ser técnicamente diseñado para generar estímulo y atractivo.

El aroma es el primer estímulo percibido por el animal e influye decisivamente en su disposición a consumir el alimento, ya que el olfato es el sentido más agudo en los perros. Según Vadurel & Gogny (1997), mientras que los humanos tienen alrededor de 5 millones de receptores olfativos, los perros tienen aproximadamente 220 millones, lo que justifica la importancia de tener cuidado al formular alimentos para mascotas.

En esta especie, la detección olfativa es extremadamente sensible, por lo que la calidad y el tipo de volátiles liberados por los ingredientes son factores críticos en la formulación. En otras palabras, los perfiles aromáticos poco atractivos, inestables u oxidados pueden provocar el rechazo, incluso de productos nutricionalmente adecuados.

La palatabilidad, por su parte, abarca la experiencia completa del consumo, desde el reconocimiento olfativo hasta la aceptación gustativa y la persistencia en el patrón de ingestión a lo largo del tiempo.

Según Bourgeois (2004), la palatabilidad va más allá de la ingestión inmediata o la velocidad de consumo, ya que refleja el atractivo del alimento. Aunque represente sólo un pequeño porcentaje de la formulación total, su rendimiento es decisivo y debe tratarse con profesionalidad y rigor técnico, dado el alto grado de variabilidad y la dificultad de control (SPF, 2003).

Así, los ingredientes funcionales con un perfil sensorial mejorado, como las proteínas hidrolizadas y los palatantes, desempeñan un papel fundamental en este proceso, ya que añaden una complejidad aromática y un regusto que contribuyen a la fidelidad del consumo.

Cómo afecta la estabilidad oxidativa al rendimiento sensorial de los alimentos para mascotas

Además de estos otros factores, la estabilidad oxidativa es un factor esencial para garantizar que la experiencia sensorial positiva que proporciona el alimento se mantenga desde el momento de la producción hasta el consumo final.

La degradación de lípidos y proteínas a lo largo del tiempo puede comprometer el aroma, el sabor e incluso la aceptabilidad del alimento, lo que convierte el control de la oxidación en un elemento estratégico en el desarrollo de formulaciones para perros.

La oxidación de los componentes lipídicos, en particular, es un proceso que da lugar a la formación de compuestos responsables de olores y sabores indeseables. Además de reducir el atractivo del alimento, también afecta a su calidad nutricional, ya que compromete la integridad de las vitaminas liposolubles y los ácidos grasos esenciales, poniendo en peligro el valor funcional de la dieta (Ramalho & Jorge, 2006).

La elección de los ingredientes, el control de la humedad, la forma de aplicación y las condiciones de envasado son factores que influyen directamente en la estabilidad oxidativa.

Técnicas como el uso de antioxidantes, la protección frente a la exposición al oxígeno y el control ambiental durante la aplicación de palatantes ayudan a preservar el rendimiento sensorial del producto durante más tiempo.

Mantener la integridad del sabor durante toda la vida útil es especialmente relevante en las líneas premium, donde la aceptación del alimento debe ser predecible desde el primer hasta el último día de uso del envase.

Por esta razón, el uso de ingredientes con buena estabilidad oxidativa y rendimiento sensorial demostrado es una parte esencial de la estrategia para garantizar la consistencia en la experiencia del animal con el alimento.

Parámetros técnicos para evaluar la aceptación de los alimentos por los perros

La respuesta sensorial a los alimentos, influida por el sabor, la palatabilidad y la estabilidad oxidativa, debe validarse objetivamente para garantizar que los beneficios percibidos puedan reproducirse a escala industrial.

Por esta razón, además de una formulación bien ejecutada y la elección adecuada de ingredientes funcionales, es esencial aplicar métodos que permitan medir la aceptación de los alimentos de forma estandarizada y comparable entre productos.

La prueba más utilizada en la industria para determinar la preferencia alimentaria es la prueba de las dos dietas (two-pan test), que consiste en ofrecer dos dietas simultáneamente y cuantificar el consumo de cada una de ellas tras un periodo definido. Esta metodología permite evaluar qué alimento ha obtenido una mayor preferencia en función de la ingesta espontánea (AFB, 2013).

Además de ser sencillo y eficaz, este tipo de ensayo proporciona datos cuantitativos y de comportamiento que ayudan a diferenciar el atractivo entre formulaciones similares.

También pueden utilizarse otros protocolos, como las pruebas de consumo espontáneo, en las que se observa la aceptación de una misma dieta ofrecida de forma aislada. Aunque menos comparativo, este modelo permite evaluar el patrón de ingesta diaria, el mantenimiento del interés a lo largo del tiempo y el efecto de diferentes presentaciones o lotes del mismo alimento. En ambos casos, el uso de grupos controlados y de criterios de medición coherentes es esencial para la fiabilidad de los resultados.

El análisis técnico de estos datos ayuda a desarrollar formulaciones más eficaces, pero también es estratégico para el posicionamiento del producto en el mercado, teniendo en cuenta que un alimento que muestra una buena aceptación desde los primeros minutos de ser ofrecido y mantiene este patrón en diferentes ocasiones tiende a generar una mayor fidelidad a la dieta y un menor desperdicio.

Evaluar la aceptación va más allá de la validación sensorial, se trata de asegurar que la experiencia ofrecida al animal se da de forma real y repetible.

B.FreshFy: Palatante Líquido Premium con eficacia probada para perros

B.FreshFy es el Palatante Líquido Premium desarrollado por BRF Ingredients para satisfacer los requisitos técnicos de la industria de alimentos para mascotas, centrándose en el rendimiento sensorial, la estabilidad y la versatilidad de aplicación.

Producido a partir de materias primas frescas, como el hígado de ave y cerdo, el ingrediente pasa por etapas como la hidrólisis enzimática y la reacción de Maillard, que contribuyen a la liberación de compuestos volátiles de alto valor olfativo, como hemos visto, uno de los principales factores responsables del atractivo inicial del alimento.

Cuando se aplica a piensos extrusionados y snacks, B.FreshFy contribuye directamente al rendimiento sensorial de la formulación, ya que está diseñado para reforzar los atributos de aroma y palatabilidad, actuando desde el primer contacto del animal con el alimento, favoreciendo el consumo espontáneo y la adherencia a la dieta.

Su formulación líquida facilita la aplicación industrial y promueve una distribución uniforme sobre el alimento, optimizando el estímulo sensorial y garantizando resultados consistentes en diferentes formatos y perfiles de producto.

La eficacia del producto fue validada enensayos realizados en colaboración con Panelis, utilizando perros de diferentes tamaños y etapas de la vida. En uno de los experimentos, la dieta que contenía 2% de B.FreshFy mostró índice de consumo del 57%, superior al obtenido con la dieta de control (43%), un resultado que se mantuvo en todos los grupos de edad evaluados.

En un segundo estudio, el producto mostró rendimiento superior tanto en la primera elección de los perros como en el mantenimiento del consumo entre comidas. La dieta con B.FreshFy fue elegida por el 84% de los perros en la primera oferta y mantuvo un consumo del 66% durante todo el periodo de evaluación.

Además de este rendimiento sensorial, B.FreshFy cuenta con los diferenciales de BRF Ingredients, como la cadena de producción 100% integrada, la trazabilidad total, el acceso a materias primas frescas y la estandarización industrial. Estos atributos garantizan la estabilidad técnica, el control del origen y la previsibilidad en la aplicación, factores esenciales para la formulación de productos premium y el posicionamiento técnico consolidado en el mercado.

Consideraciones finales

Garantizar la aceptación del alimento en las fórmulas de comida para mascotas va más allá de elegir ingredientes equilibrados desde el punto de vista nutricional. Elementos como el aroma, la palatabilidad y la estabilidad sensorial deben tenerse en cuenta desde la concepción del producto, con decisiones técnicas que repercuten directamente en el comportamiento alimentario de los perros.

En este escenario, confiar en ingredientes que ofrezcan un rendimiento validado, estandarización industrial y control de origen es fundamental para mantener la consistencia entre lotes y la previsibilidad en la formulación. Elegir soluciones de aplicación segura y resultados medibles contribuye a una mayor eficacia en el desarrollo de alimentos con un posicionamiento técnico y sensorial más competitivo.

B.FreshFy es el resultado de esta necesidad, con aplicación versátil, producción en cadena integrada y desempeño comprobado en diferentes perfiles de dieta, el producto corrobora el compromiso de BRF Ingredients en ofrecer soluciones funcionales alineadas con las demandas de la industria de alimentos para mascotas.

Para saber más sobre la cartera de Nutrición Animal, que aporta resultados en diferentes esferas del rendimiento animal, incluyendo salud, comportamiento alimentario y eficiencia productiva, siga a BRF Ingredients en las redes sociales, estamos en Facebook, Instagram, YouTube y LinkedIn.